La Experiencialidad abarca un amplio espectro del ámbito conceptual del proyecto. Se podría decir, que se apoya o surge a finales del siglo XX de la intersección de tres investigadores teóricos de reconocido prestigio internacional, cuyas obras han sido traducidas a multitud de idiomas y premiadas por prestigiosas organizaciones y universidades.
Por un lado Rolf Jensen padre de la teoría de la Dream Society, Daniel Goleman con sus teorías acerca de la Inteligencia Emocional y por último Joseph Pine y Gilmore con su best seller “The Experience Economy”
¿Pero qué es, que significa?
El concepto de “La Economía de la Experiencia” teoría económica que está sustituyendo a la clásica concepción de Adam Smith, donde la experiencia del cliente se transforma en un “valor económico superior” por si mismo.
En la actualidad, vivimos una época de rápidos y convulsos cambios. Un momento de la civilización lleno de reflexiones internas respecto a nosotros mismos. Nuestros modos de consumo, nuestros valores, nuestra capacidad para construir un mundo mejor están puestos en duda. La tecnología está acelerando los ritmos vitales de la sociedad, estamos hiper-comunicados hiper-influidos por lo que pasa en todo el planeta en cuestión de segundos, la información (llena de negatividad en la mayoría de los casos) fluye al instante a un sin fin de dispositivos en tiempo real. El ser humano se ha dejado dominar por el consumo frenéticos de información y productos en muchos casos inútiles. El planeta se está transformando de materia orgánica a inerte, fría imposible de reciclar a la velocidad adecuada.
En esta realidad, muchas personas apuestan por otro modelo de vida, un regreso a la importancia de lo más básico, comer y beber productos saludables, consumir menos información y menos productos inútiles, disfrutar de la compañía de tus seres queridos en espacios llenos de naturalidad y ambiente confortable. Buscan experiencias que les aporten momentos memorables. Momentos únicos de Felicidad por los que están dispuestos a pagar un precio superior.
En esta dirección el turismo tiene mucho que innovar. En estos momentos algunos alojamientos rurales, se están convirtiendo en “oasis” para la búsqueda de este re-encuentro con las cosas más simples y bellas de la vida uniendo el Alojamiento como base de operaciones para vivir experiencias memorables vinculadas muy estrechamente a su territorio. El proyecto queda imbuido por la cultura experiencial en 3 aspectos:
- Conceptualización (parte espiritual)
- Geográfica: Transformación de Productos Turísticos en Experiencias.
- En el área de Marketing. Concretamente en el ámbito de su comunicación e identidad visual así como en la realización de Campañas de Marketing Experiencial 3.0.
La demanda turística
La demanda turística está cambiando, Ya no creen en el marketing convencional y la publicidad, están demasiado informados, ansían productos más emocionales, ligados a rituales, liturgias, storytelling y por último experiencias.
Ya desde el año 99, el padre del marketing experiencial, Bernd Schmitt , en su libro Experiential Marketing decía: “El cliente ya no elige un producto sólo por la ecuación del coste beneficio, sino por la vivencia que ofrece antes y durante su consumo”.
Para crear, no un producto hotelero, sino una experiencia, hay que mirar al viajero como persona no como usuario de un servicio. El cliente no sólo compra y consume, detrás de él hay una vida. Se impone un conocimiento de su perfil emocional y saber interpretar adecuadamente los datos que emanen de él, es decir, tendremos que dar respuestas a preguntas como qué le da miedo, qué le emociona, qué le hace feliz, cómo podemos aliviar sus problemas. Nuestra atención hacia él, no sólo se debe concentrar en el tiempo de la experiencia turística.
Cultura del “Think Diferent”
Estamos en la cultura del “Think Diferent”, materializar toda una declaración de intenciones como esta en unas formas re-pensadas hasta el límite, para convertirse en algo sencillo, innovador, un producto experiencial fresco para un mercado maduro.
Bajo la visión de Bernd Schmitt, un producto experiencial debe contener los siguientes elementos:
Desde el punto de vista conceptual, ¿qué aporta esta visión, a nuestro alojamiento…?
El espacio parece estar convirtiéndose en una clara medida del lujo emocional. Nos referimos en mayor medida a las habitaciones. En general la norma conceptual de los alojamientos tradicionales de gran número de habitaciones era la de realizar habitaciones de 8 metros de largo y 4 de ancho.
En estos momentos la tendencia que ellos mismos están siguiendo dado que el cliente lo valora como un detalle diferencial, es la de 4 x 8 ( 4 de largo y 8 de ancho, de tal manera que la habitación disponga de mejor iluminación natural y vistas).
El otro contrapeso, es el tiempo, se dice que el verdadero lujo es disponer del tiempo de unos mismo como más le plazca, hacer lo que una persona desea cuando le apetece. poder dirigir su vida, y no al contrario, trabajar para vivir y no vivir para trabajar, se dice que el lujo está estrechamente vinculado al tiempo y al espacio.
“El factor emocional ayuda a las empresas a entregar el contenido y mensaje emocional correcto, en el momento oportuno, en el lugar oportuno y a los clientes más adecuados” .
Robinette S. & Brand C. (Emotional Marketing).