Llevo un tiempo conceptualizando, diseñando, dando forma a un hotel de 4 estrellas cerca de Bilbao. Es una tarea apasionante que me lleva por multitud de senderos interesantes. Unas veces indago sobre los grandes diseñadores de hoteles de nuestros tiempos, otras veces marcho hacia el país de las experiencias, este camino me tiene completamente fascinado, ya que estoy empeñado en crear nuevas experiencias en los clientes de los hoteles diseñados por mi. Los senderos del marketing tradicional son un poco más planos y aburridos, estudiar cifras, datos, evoluciones y tendencias, pero sin embargo tambien ayudan y mucho a descubrir puntos de descanso para el proyecto, de tal forma que el resultado final sea un producto hotelero coherente, original e inhóspito para los viajeros que en estos días buscan realmente lugares fascinantes y únicos.
Como decía Conrad Hilton «Hay que ofrecer al huésped aquello que desean para sus casas».
El proyecto en el que estoy inmerso estos días, es de esos que realmente te permite soñar, la propiedad me sigue, aunque denoto un cierto respingo de «este hombre está un poco loco» pero todo lo que propongo está basado en estudios sociológicos, tendencias hoteleras, mi imaginación y por supuesto la incansable búsqueda de una rentabilidad fundamental en todo proyecto turístico. Estoy desarrollando una categoría nueva de hotel, probablemente dentro de unos años aparezcan más hoteles con esta categoría como adjetivo previo a sus denominación.