Es el título de un artículo que he leído esta mañana, donde profesionales de diferentes ámbitos, ponen de manifiesto lo que llevamos percibiendo años, aquellos que vivimos el turismo rural de cerca. Es extraño de explicar. Se trata de un «run run» individual que todavía no se ha hecho colectivo pero que sin embargo, personas como yo, en esta atalaya que siempre digo que es Ruralpromo, a través de conversaciones con multitud de gente, de lectura de libros, de contactos en redes sociales, o de una simple conversación con un desconocido que te pregunta…¿y tu en qué trabajas? … cuando le explicas que diseñas hoteles de campo, que gestionas alojamientos rurales, que estás en el mundo de la tecnología pero también del campo, percibes una mirada de cierta «sorpresa – temblor interior de cimientos – envidia sana – me imagino que por motivos como el de hacer lo que te gusta (es un privilegio por el cual todos los días doy las gracias a quien sea), pero además vinculado al campo, a la naturaleza, fuera de un despacho, fuera de una zona de oficinas, fuera de una ciudad, entonces comienzan muchas más preguntas e interés, inlcuso en una cena llegas a ser el centro de la conversación. ¿Cómo se explica esto?
Efectivamente, lo rural, lo natural, lo auténtico, lo de toda la vida está de moda. Pero como lo que veo no es una moda sino una tendencia, pienso que es una necesidad del ser humano la que está emergiendo con fuerza en estos años. Estimo que la crisis va a agudizar o acelerar esta tendencia, debido a un posible relanzamiento de negocios basados en la agricultura, reforestación, medio ambiente, energías renovables y turismo rural. Mercados donde se detectan interesantes oportunidades para emprendedores.
Esta tendencia viene reflejada por alguna investigación del Centro de Investigaciones Sociológicas, que arroja los siguientes datos:
«Así, el 63,2% de los encuestados para un estudio sobre «La juventud rural española» aseguraba que se vive mejor en los pueblos, frente al 24,4% que prefiere las ciudades. Del medio rural valoraban, sobre todo, una vida más tranquila (79,1%), más agradable (15,5%), más segura (18,5%) y solidaria (17,1%), y que la vivienda sea más barata (10,9%). Pero no todo iban a ser caminos de rosas, también apreciaban inconvenientes: menos oportunidades para todo, menos trabajo y peores servicios.»
Yo antes estas adversidades, creo que la tecnología es verdaderamente un antídoto frente a estos problemas y carencias, pero no sólo Internet, hablando esta mañana con un amigo creo que hay hueco en la agricultura de calidad, o en el cultivo de nuevos productos como flores, plantas aromáticas, granjas de animales africanos para degustar otro tipo de sabores, energías renovables, etc.
La idea de una deslocalización/descentralización de la población, el éxodo al campo, es un nuevo estilo de vida del cual cada vez más gente está reflexionando con una pequeña vocecilla en su interior que le dice veeeen veeennnn…vivirás mejor.