Estos días estoy trabajando, al fin de forma pausada, en tres proyectos, en concreto, uno de ellos se encuentra en El Parque Natural de La Albufera. Es un proyecto de una envergadura económica importante. Es un de esos proyectos apasionantes con un equipo de personas multidisciplinar, los promotores son 3 hermanos, uno de ellos empresario de pura cepa con varias lineas de negocio, el otro dedicado a la sostenibilidad a través de una empresa de iluminación de bajo consumo y el otro hermano, terminando la carrera de Ingeniería agrónoma.
Dado estos perfiles estamos diseñando un EcoHotel con un Centro de más de 21 Actividades Experienciales.
Para el desarrollo de este Centro de Actividades se cuenta con una cuarta persona, de conocimientos, amor y cultura inmensa de esta ancestral tierra, La Albufera.
Las fases del desarrollo del proyecto ecoturístico no han seguido la lógica normal, al existir una linea de financiación habilitada, con condiciones ventajosas, que nos obligó a todo el equipo a trabajar muy duro para cumplir los plazos de presentación.
No obstante, hace un par de semanas tuve una importante reunión entre promotores y arquitectos, donde surge de forma extraordinariamente importante la figura del experto en diseño de hoteles. Mi experiencia es que normalmente, los promotores no saben de flujos operativos hoteleros, ni los arquitectos, del público objetivo al que va dirigido el hotel. Aspectos básicos para diseñar, como si de un traje a medida se tratase, correctamente un hotel.
Es fundamental, no lanzarse a la aventura entre promotores y arquitectos a diseñar un futuro hotel, sin tener en cuenta algunas consideraciones previas para la correcta conceptualización del mismo, entre ellas algunas de las siguientes:
1.- Entender las tendencias turísticas a nivel internacional, ¿Qué busca el turista del siglo XXI?,¿Hacia dónde evoluciona el mercado?
2.- ¿Cómo condicionan los recursos turísticos que nos rodea y su cultura el concepto hotelero?
3.- ¿Qué vende nuestra futura competencia y cómo podemos ser más fuertes y competitivos?
4.- ¿Si es una reforma…¿Cómo podemos aprovechar al máximo lo que ya existe pero agregando el máximo de valor?
5.- ¿Se entiende que el hotel es un centro de negocio y no de ocio para el promotor?
6.- ¿Se tienen en consideración, por tanto, todas las oportunidades de negocio que un hotel puede ofrecer?
7.- ¿Se está diseñando cada espacio funcional para aportar la máxima rentabilidad?
8.- ¿Qué tipo de unidades alojativas son las más rentables para nuestro público objetivo? ¿de qué tamaño?
9.- ¿Que servicios?
10.- ¿Qué instalaciones?
Para poder conceptualizar correctamente un hotel, han de ser estudiados muchos aspectos donde el promotor, los arquitectos, los decoradores, el contratista, los paisajistas, los futuros operadores, los futuros empleados, todos deberían estar informados de todo para entender el espíritu, la filosofía, la cultura del negocio y finalmente el concepto hotelero perseguido.
De esta forma, se evita el común error de crear un concepto diferencial y terminar siendo uno más del montón, cosa que por desgracia, vemos muy a menudo. Proyectos de una inversión importante donde el concepto no es el adecuado y se acaban poniendo a la venta, en un mercado fuertemente competitivo y agresivo.
Si teneis en mente emprender un negocio hotelero, por favor, analizar estos 10 puntos claves, tened muy claro el concepto, mantenerlos en guardia para protegerlo, porque cuanto más fuerte lo protejáis, más competitivos seréis en un mercado tremendamente complejo.
Las tensiones dentro de un equipo de desarrollo hotelero tan diverso, con sus propios intereses individuales, pueden terminar por desvirtuar el concepto. no lo permitáis.
Es esta, una de las áreas de mi trabajo, que sin duda más me satisface y me apasiona.